Haight Report Abril 2022

Europa se moviliza para asegurar su suministro de gas

La iniciativa de la Unión Europea (UE) para la transición a fuentes de energía más seguras nunca ha sido más fuerte. A medida que continúa la invasión rusa en Ucrania, es solo cuestión de tiempo antes de que Putin tome represalias con el suministro de gas natural a Europa por las sanciones impuestas contra Moscú. La realidad es que, si Rusia corta el suministro de gas, afectaría a toda la UE.

Rusia proporcionó alrededor del 45% de las importaciones totales de gas de la UE en 2021. En los últimos años, el promedio ha sido de alrededor del 40%. Los niveles de importación varían entre los estados miembros de la UE, con Alemania, Italia y los Países Bajos entre los mayores importadores de gas natural ruso.

Además del gas, Rusia también representa alrededor del 25% de las importaciones de petróleo de la UE y el 45% de sus importaciones de carbón. En total, esas transacciones representan decenas de miles de millones de dólares al año para Rusia y ayudan a financiar el armamento y las agresiones de Moscú.

Como resultado de las acciones de Putin contra Ucrania, la Comisión Europea ha propuesto hacer efectiva la independencia de Europa de los combustibles fósiles rusos antes de 2030.

La Comisión Europea planea presentar una propuesta legislativa este mes (abril de 2022) que exige que las instalaciones subterráneas de almacenamiento de gas en toda la UE se llenen por lo menos hasta el 90% de su capacidad antes del 1 de octubre de cada año, frente al 30% actual. La propuesta incluye designar el almacenamiento de gas como infraestructura crítica y permitir incentivos para la recarga. También apoya las operaciones coordinadas de recarga de gas, por ejemplo, a través de adquisiciones conjuntas, pedidos de recolección y suministros coincidentes.

“Debemos independizarnos del petróleo, gas y carbón de Rusia. Simplemente no podemos confiar en un proveedor que nos amenaza explícitamente”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “Necesitamos actuar ahora para mitigar el impacto del aumento de los precios de la energía, diversificar nuestro suministro de gas para el próximo invierno y acelerar la transición hacia la energía limpia. Cuanto más rápido cambiemos a las energías renovables y al hidrógeno, combinados con una mayor eficiencia energética, más rápido seremos verdaderamente independientes y tendremos dominio sobre nuestro sistema energético”.

En apoyo a esa declaración, la Comisión Europea dio a conocer su plan REPowerEU en marzo de 2022. Se espera que la implementación comience en el verano boreal de 2022. La Comisión propone eliminar la dependencia de la UE del gas ruso elevando las ambiciones de descarbonización de la UE y acelerando el ritmo de la descarbonización.

El plan REPowerEU aumentará la resiliencia del sistema energético de toda la UE mediante la diversificación del suministro de gas, a través de mayores importaciones de gas natural licuado (GNL) y gasoductos de proveedores no rusos y mayores volúmenes de producción e importación de biometano e hidrógeno renovable; y la reducción del uso de combustibles fósiles en los hogares, edificios, industria y sistemas de energía mediante la mejora de la eficiencia energética, el aumento de las energías renovables, la electrificación y la solución de los problemas de la infraestructura.

Europa se ha esforzado por diversificar las rutas y fuentes de suministro de energía. Por ejemplo, el Corredor de Gas del Sur, que trae gas desde Azerbaiyán, está en funcionamiento. En 2022, ha habido un fuerte aumento en las importaciones de GNL en la UE. Estas importaciones alcanzaron los 10 x 109 m3 (3,5 Tscf) en enero, la cantidad más alta de la historia, y las cifras provisionales indican que los volúmenes de GNL se han mantenido altos en febrero y marzo.

La Comisión Europea, con las medidas del plan REPowerEU, espera poder eliminar gradualmente al menos 155 x 109 m3 (5,4 Tscf) del uso de gas natural no renovable, lo que equivale al volumen de gas natural importado de Rusia en 2021, según la Comisión Europea.

La Comisión cree que casi dos tercios de esa reducción se pueden lograr en un año, poniendo fin a la dependencia excesiva de la UE de un solo proveedor, y planea trabajar con los estados miembros de la UE para identificar los proyectos más adecuados para cumplir con estos objetivos.