Haight Report Febrero 2025

La industria, el gobierno y el sector público se unen para reducir las emisiones en la infraestructura de gas natural en Estados Unidos
La Administración de Seguridad de Materiales Peligrosos y Oleoductos (PHMSA) del Departamento de Transporte de Estados Unidos ha transmitido una norma final al Registro Federal que actualiza los requisitos de detección y reparación de fugas para la industria de gas natural. La nueva norma está diseñada para reducir las emisiones de metano de los gasoductos de transmisión nuevos y existentes; gasoductos de distribución; gasoductos regulados de Tipo A, B, C, R y de recolección de gas en alta mar; instalaciones subterráneas de almacenamiento de gas natural (UNGSF); e instalaciones de gas natural licuado (GNL).

Se espera que la norma elimine hasta 500.000 toneladas métricas de emisiones fugitivas y de metano ventilado de aproximadamente 2,8 millones de millas (4,5 millones de kilómetros) de instalaciones de gasoductos de transmisión, distribución y recolección de gas, 398 UNGSF y 173 instalaciones de GNL en todo Estados Unidos.

La nueva norma actualiza las normas de detección de fugas que existen desde hace décadas para exigir a los operadores de gasoductos que establezcan programas avanzados de detección de fugas destinados a detectar y reparar todas las fugas de gas mediante:

  • El aumento de la frecuencia de las inspecciones obligatorias y la exigencia del uso de tecnología avanzada de detección de fugas disponible en el mercado, como inspecciones aéreas o desde vehículos, dispositivos de detección portátiles y sistemas de monitoreo continuo.
  • La reducción del volumen de gas liberado debido a emisiones no intencionales, como fugas y fallas de equipos, y la revisión del umbral mínimo de notificación para detectar fugas más pequeñas antes.
  • La minimización de emisiones causadas por la ventilación o purga de equipos, asociadas con el mantenimiento, la reparación y la construcción de tuberías, y el incentivo a los operadores a considerar equipos rentables que puedan capturar metano y otros gases para su uso posterior.
  • El establecimiento de criterios y plazos claros para la reparación oportuna de todas las fugas que representen un riesgo para la seguridad pública o el medio ambiente.

PHMSA también está ampliando los requisitos de notificación para los operadores de todas las instalaciones de gasoductos dentro de Estados Unidos.

Lo inspirador de la nueva resolución es la cooperación bipartidaria en Washington, D.C., y la unión de la industria de gas natural y el sector público para atender el problema de las emisiones.

Esta norma final es coherente con la Ley PIPES de 2020, que fue promulgada por el entonces presidente Trump el 27 de diciembre de 2020, y añade las aclaraciones necesarias. La Ley PIPES exige la emisión de nuevas normas para exigir a los operadores de gasoductos que desarrollen programas avanzados de detección de fugas capaces de identificar, localizar y categorizar las fugas de gas natural de la infraestructura de los gasoductos para su reparación. La Ley PIPES también exige que esta reglamentación incluya estándares mínimos de rendimiento y plazos de reparación y haga uso de tecnologías avanzadas.

Presentados el 17 de enero de 2025, los nuevos requisitos se basan en recomendaciones en el consenso de representantes del sector de gasoductos, desarrolladas a lo largo de meses de debates y reuniones del Comité Asesor de Gasoductos (GPAC). El GPAC es un comité asesor que revisa las iniciativas regulatorias propuestas por PHMSA para asegurar la viabilidad técnica, la razonabilidad, la relación costo-beneficio y la viabilidad de cada propuesta. El comité también evalúa el análisis de costo-beneficio y la información de evaluación de riesgos de las propuestas.

El GPAC, formado por 15 personas, está compuesto por cinco miembros de cada uno de los sectores gubernamental, industrial y público. A partir del 15 de enero de 2025, los miembros del comité incluyen personas de comisiones de servicios públicos (Michigan, Carolina del Norte, Nevada), compañías operadoras de gas natural (Williams, TC Energy, NiSourcem, DTE Energy), universidades (Universidad de Texas, Universidad Estatal de Arizona, Universidad de Arkansas), asociaciones comerciales (United Association International), agencias gubernamentales (Comisión Federal de Regulación de Energía de Estados Unidos, Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos) y más.

“Esta nueva regla se desarrolló mediante la creación de un consenso con la industria de gasoductos, representantes del sector público y representantes de los sindicatos que están realmente en el terreno haciendo el trabajo de mantenimiento del sistema de gasoductos más grande del mundo”, dijo el administrador adjunto de PHMSA, Tristan Brown. “Aprovechará el enorme potencial que estamos viendo en los sistemas móviles de detección de fugas, los sistemas aéreos sin personal y otras tecnologías innovadoras para mitigar esta amenaza a las personas y al medio ambiente, manteniendo el valioso gas natural en los gasoductos para que llegue de manera segura para su uso en hogares y empresas, y garantizando que Estados Unidos sea el líder mundial en el transporte seguro de metano”.